Título: Intimando con Dios
Texto Bíblico: Romanos 12:1 Os ruego,
pues, hermanos, por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos
como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Intimidad:
se deriva del vocablo latino intimus que significa “de lo más interior” y alude
a un estado de confiabilidad y a una relación profunda.
En la
actualidad, al hablar de intimidad muchos piensan en la intimidad sexual, que
se limita a lo que cada individuo ve, toca o siente. Pero esa idea es muy
superficial, ya que para el creyente en Cristo se trata de una relación
profunda que va más allá de cualquier encuentro ocasional.
Dios creó
a cada uno de nosotros con una necesidad de intimidad -- intimidad con Él. Por
lo tanto, debemos llegar a entender lo que Él nos está pidiendo y lo que está
ofreciendo. Debemos darnos cuenta de que fuimos creados para tener una
intimidad con nuestro Creador.
¿Qué es
una relación personal con Dios?
Se trata primordialmente
de la intimidad espiritual que implica relacionarnos con Él a un ancla inconmovible.
A la vez, tendremos la sensación de seguridad interna. Nuestro Padre afirma que
siempre estará con nosotros, presto para ayudarnos en cualquier situación. Además,
pese a lo que suceda, podremos tener serenidad. El hecho de conocer a Dios
íntimamente produce paz y tranquilidad en nuestro espíritu, pues podemos
confiar en que Él nos guiará en cualquier dificultad. También, la comunión con Él
aumenta nuestra sensibilidad espiritual.
Donde todo comenzó:
·
Adán
logro destruir esa intimidad que Dios creo, Dios eligió la parte más bonita de
la tierra y se las dio, este lugar se llamó el jardín del Edén, en el, todos
los animales vivían en paz y ninguno tenía miedo. Gn. 2:15,18
·
Adán
y Eva amaban mucho a Dios. Ellos caminaba desnudos por el jardín porque no
tenían vergüenza. Gn. 2:25
·
Al
entrar el pecado entro la barrera que dividió a Dios con el hombre, ellos
hablaban cara a cara con Dios tenían una relación íntima con Dios, pero se
perdió por causa del pecado. Gn. 3:8-11
·
Dios
los expulso del huerto del eden Gn.
3:23-24
Cristo la solución
·
Jesucristo
vino a restaurar esa relación perdida a través del pecado de Adán y Eva, y es
el deseo de Dios que esta sea una prioridad en nuestra vida. Mas Dios muestra
su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos
salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por
la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su
vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor
nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. (Romanos 5:8-11)
·
Ocurrió
en la cruz del calvario’
En
un sentido, el velo era un simbolismo de Cristo Mismo, como el único camino
hacia el Padre (Juan 14:6). Esto está simbolizado en el hecho de que el sumo
sacerdote tenía que entrar en el Lugar Santísimo a través del velo. Ahora Cristo
es nuestro mayor y supremo Sumo Sacerdote, y como creyentes en Su obra
terminada, nosotros tomamos parte de Su mejor sacerdocio. Nosotros podemos
entrar ahora en el Lugar Santísimo por Él. Hebreos 10:19-20 dice que los fieles
entran confiadamente al santuario “… teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos
abrió a través del velo, esto es, de su carne.” Aquí vemos la imagen de la
carne de Jesús siendo rasgada por nosotros así como Él rasgó el velo por
nosotros.
La
rotura del velo de arriba a abajo, es un hecho histórico. El profundo
significado de este evento es explicado en gloriosos detalles en Hebreos. Estas
cosas eran sombra de las cosas por venir, y a última instancia, todas ellas nos
guiaban hacia Jesucristo. Él era el velo hacia el Lugar Santísimo, y a través
de Su muerte, el creyente tiene ahora un libre acceso a Dios.
El
velo en el Templo era un recordatorio constante de que el pecado mantiene a la
humanidad apartada de la presencia de Dios. El hecho de que la ofrenda por el
pecado fuera ofrecida anualmente y otros innumerables sacrificios repetidos
diariamente, tenían como propósito demostrar gráficamente que el pecado no
podía verdadera y permanentemente ser expiado o borrado por meros sacrificios
de animales. Jesucristo, a través de Su muerte, quitó las barreras entre Dios y
el hombre, y ahora podemos aproximarnos a Él confiadamente (Hebreos 4:14-16). Mt.27:51
La importancia de nuestro tiempo a
solas con Dios
·
Aconteció
que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió
en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a
los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos
quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me
deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta,
Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es
necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
(Lucas 38:42)
Si
verdaderamente deseamos desarrollar una relación estrecha con Dios, no
permitiremos que nada ni nadie nos quite ese tiempo que pasamos a solas con el
Padre, y siempre estará en primer lugar en nuestra agenda.
En
el texto anterior, la palabra de Dios nos destaca la importancia de tener un
tiempo a solas con Dios. Marta era una mujer, que aunque amaba a Jesús, le daba
más importancia a las cosas que hacía para El antes que pasar tiempo a solas
con El; mientras que María valoraba más pasar tiempo a solas con Jesús antes
que cualquier otra cosa.
Aunque
Dios desea que trabajemos en su obra y más que nada que seamos testimonio para
todos aquellos que nos rodean en cualquier lugar en que nos encontremos, es
necesario que tengamos presente que la prioridad para Dios es que desarrollemos
una relación de intimidad con El apartando cada día un tiempo para estar a
solas con El.
Al desarrollar nuestra intimidad con
Dios, es importante acercarnos a Él:
·
Confiadamente
Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4:16)
·
Con un corazón sincero
Acerquémonos
con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. (Hebreos 10:19-22)
·
Con un corazón agradecido
Entrad
por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle,
bendecid su nombre. (Salmo 100:4)
·
Con un corazón humilde
Los
sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios. (Salmo 51:17)
Dos
hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El
fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo
que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí,
pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;
porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será
enaltecido. (Lucas 18:10-14)
Cuando tenemos intimidad con Dios…
·
Tenemos paz.
Tú
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en
ti ha confiado. (Isaías 26:3)
·
Somos liberados de temores.
Busqué
a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. (Salmo 34:4)
·
Descansamos.
Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo
11:28)
·
Nuestras peticiones son escuchadas.
Deléitate
asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. (Salmo
37:4)
·
Nuestras necesidades son suplidas.
Los
leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán
falta de ningún bien. (Salmo 34:10)
·
Vemos la bondad de Dios.
Bueno
es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. (Lamentaciones 3:25)
·
Una vida cristiana victoriosa, no una
vida sin problemas, siempre dependerá de la relación que tengamos con Dios
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano. (Isaías 55:6)
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